El
período de inicio en el nivel inicial.
¿Un
problema o una necesidad? ¿Un mal necesario?
Lic.
Laura Pitluk
El
período de inicio al año escolar implica un proceso de adaptación al
interior
de las instituciones que implica la adaptación, no sólo de los
niños con
los docentes sino de los padres, de los docentes, de los
directivos,
de todo el personal de la institución. Nosotros decimos que
todo el
personal está involucrado en este proceso de adaptarse porque
el hecho
de cambiar de docentes, de alumnos, de espacio físico, de
organización,
significa que todos se deben adaptar a esta nueva
modalidad
(como sucede al inicio en todas las instituciones).
Entenderlo
es importante, no sólo son los niños sino todos los
participantes.
Es importante que entonces uno genera estrategias para
que todos
puedan ir adaptándose.
Hay una
fantasía o mito de que los chicos están mejor educados al
interior
de la familia y, por supuesto, no estamos diciendo que no.
Estamos
diciendo que el trabajo y la educación de la familia son
prioritarios
pero quedan un montón de variables entre ellas que
determinan
la necesidad de trabajar de los padres o la necesidad de
socialización
de los niños desde edades más tempranas; porque a
veces no
tiene que ver con la situación laboral de los padres. Esto
hace que
sepamos que no hay que hablar de una socialización
primaria
y secundaria sino que hay que hablar de una socialización
simultánea,
complementaria. En donde la familia brinda un montón de
aspectos
y que la escuela también, que deben ser compatibles.
A un niño
de Jardín Maternal le hace bien el juego y la sociedad, estar
con otros
adultos, aprender a compartir los adultos significativos,
desarrollar
autonomía, comprender y respetar normas y les hace bien
porque
hay aprendizajes que se realizan espontáneamente en la casa
pero no
en todas las casas y no todos los aprendizajes. La escuela
realmente
sabe cuáles son los aprendizajes importantes para la edad y
los
organiza para que tengan un significado específico para los chicos,
para que
aparezcan, para que tengan presencia.
Una
prioridad muy importante en la capacitación docente,
especialmente
para la sala maternal, es comprender que se enseña a
través de
todas las actitudes que uno pone en juego cuando está
enseñando;
es decir, que los contenidos son fundamentales. Yo apoyo
completamente
la enseñanza de contenidos pero digo que,
especialmente
en el Nivel Inicial y principalmente en el Jardín
Maternal,
esta enseñanza de contenidos pierde su significado cuando
no va acompañada
de una actitud respectiva y que uno enseña con
cada
actitud.
No es lo
mismo en el Jardín Maternal: un chico que llora y yo lo
sostengo,
con el abrazo, lo acaricio y estoy transmitiendo una actitud
de
comprensión; como uno puede ver en las escuelas, que desde lo
corporal
uno transmite esta idea de “en este momento mejor no
llores
que yo tengo mucho trabajo”; esto se transmite en la act. Esto
hace que
los mismos chiquitos de primer año (y esto es mágico) se
acerquen
al amiguito que llora para darle el chupete o acariciarlo, o se
acerquen
y le peguen. Porque tiene que ver con esto el modelo que es
el
docente y se pone en juego cotidianamente en cada actitud y eso
me parece
muy importante para tener en cuenta.
La
adaptación de los docentes a las diferencias entre los chicos implica
mucho
trabajo porque hay que entender que uno está trabajando con un
grupo, en
la conformación de un grupo, respetando las individualidades,
las
identidades, los diversos aspectos familiares y uno debe entender
que tiene
que buscar estrategias comunes pero demás estrategias
especiales
para cada uno. En el caso de la adaptación, no todas son
iguales.
Nos ha pasado a todos entender que a veces un nene necesita
más
tiempo de la madre (u otro acompañante que no sea la madre) y a
veces no,
o un docente con más presencia o que lo incluya al grupo. Es
decir,
que las estrategias varían y, por supuesto, cuando las situaciones
escolares
no son ideales (porque eso también es parte de la realidad en
este
momento) se hace más complejo porque hay muchos adultos. Yo
siempre
pienso que hay que tener en cuenta lo del afuera pero lo más
importante
es la disponibilidad docente para poder conectar con cada
familia y
elegir la estrategia que resulte mejor para esa situación
particular.
El
docente debe pensar que por más adversa que sea la situación,
siempre
hay algo por hacer y éste es el privilegio de los educadores.
Pero, por
supuesto, el docente solo tampoco va a poder; también ahí
está el
trabajo de los directivos y equipos de conducción.
Esto se
trabaja en la capacitación en las reuniones de personal (con los
directivos)
y también desde la formación, porque intentamos que los
alumnos
vayan comprendiendo que la realidad es compleja, que es
múltiple
y que nunca hay una sola decisión posible sino que hay una
variedad
muy amplia que hace que el docente sea un profesional que
debe
estar bien formado para tomar la decisión que tenga que tomar. O
sea, cada
decisión para cada momento.
Por eso,
cuando la sociedad no reconoce la importancia de la
tarea
docente debería rever estas cuestiones. Cuán profesional debe
ser el
docente para tomar todas estas decisiones, no con un solo sujeto
sino con
varios.
El tema
de la relación con los padres es muy interesante. Con los
docentes
trabajo esto; desde una actitud de comprensión hacia el niño
se logran
un motón de cosas, desde una actitud de incomprensión no y
esto es
igual con las familias. Siempre trabajo desde la comprensión y
la
claridad. Comprender que a los padres les suceden cosas que a
veces
tienen que ver con la aceptación y, a veces, con la resistencia, o
con una
negación o temor; suceden cosas contrapuestas.
El
período de adaptación no termina cuando las mamás no están en la
sala. Uno
sabe que la adaptación tiene que ver con una construcción de
códigos
compartidos. La construcción y la comunicación de estos
códigos
implican el encuentro y el encuentro implica tiempo. Es decir,
que las
madres pueden no estar en la sala, las docentes se tranquilizan
porque se
sienten más serenas en cuanto a las acciones sin estar
observadas
o acompañadas por las madres, pero la adaptación
continúa.
Porque se tiene que construir esos códigos que tienen que ver
con que
los niños sepan lo que esa docente específica espera de ellos y
la
docente pueda transmitir esos códigos y la mamá también sepa lo
que
espera la docente. Todo eso hace que se necesite un tiempo
compartido,
un tiempo de encuentro.
Por eso
es tan interesante el tema de la comunicación. Porque a veces,
los
docentes piensan que los padres tienen que saber determinadas
cosas que
los padres no saben; “como no se da cuenta que si se asoma
por la
ventana el nene lo va a ver y va a llorar”. En realidad, hay que ser
muy claro
en las estrategias porque muchas veces los padres no saben
cuál es
la mejor instancia.
Los
gobiernos se van adaptando al lugar que tiene el Nivel Inicial no tan
fácilmente.
A mí me llama muchísimo la atención en los encuentros de
todo el
sistema educativo, que aunque por supuesto el Nivel Inicial está
presente,
a la hora de las estrategias o de plantear ideas se desdibuja
un
poquito. Es decir, está la idea teórica de que es parte del sistema,
pero a la
hora de las acciones concretas pareciera olvidarse que el Nivel
Inicial
tiene la misma presencia o más. Porque están dejando la más
preciado
que uno tiene y, además es muy importante cuando se deja a
los bebés
o a los niños más chiquitos, que tanto necesitan que
interpreten
lo que no pueden decir, que comprendan lo que les está
sucediendo
sin que haya posibilidad de expresarlo en palabras. Cuanta
seguridad,
cuanto saber deben tener los docentes, aunque a veces se
considera
que no son profesionales, y cuanta importancia le tiene que
dar el
gobierno; que de hecho se le da. Pero deben ir acompañando,
porque
además está la demanda social y el gobierno tiene que, por
ejemplo,
abrir una sala porque hay mayor cantidad de chicos.
Pero en
general, en las conversaciones o en las decisiones, vuelve sin
querer a
pensarse “si escuela primaria no hay es un grave problema,
pero si
jardines no hay... y bueno... los chicos de todas maneras pueden
estar en
casa”.
El
gobierno debe adaptarse a que todos los chicos deben contar con la
posibilidad
y todas las familias también, de insertarse desde edades
cada vez
más tempranas. Entonces el gobierno ahí debe hacerse cargo
de
generar esa posibilidad de tener instituciones de calidad para todos
los
chicos.
A mí me
llama la atención, también en la relación Jardín de Infantes y
Jardín
Maternal, como desde la escuela o del resto del sistema escolar,
a veces
se desconoce el valor del Maternal. A veces desde el Jardín de
Infantes
también se desconoce, “pero como podes trabajar Expresión
Corporal
con los bebés..”. Entonces estas capacitaciones compartidas
son bien
interesantes porque también los docentes que están
trabajando
en las salas de los chicos más grandes pueden darse cuenta
de todo
lo que se puede hacer en las salas de los más pequeños y, eso
hace a la
identidad de la conformación del Proyecto Institucional o de la
Escuela,
incluir al Jardín en la Escuela, implica ampliar el Proyecto.
Es un
tema para trabajar en las capacitaciones con los docentes y
también
en los encuentros que tienen con los propios directivos.
Tiene que
ver con la reflexión sobre la propia práctica cuando los
docentes
tienen espacios y posibilidades de reflexionar y escuchar a
otros
docentes que quizá resolvieron alguna situación de manera
diferente.
El otro
día en una capacitación vimos el tema de los límites y como los
límites
son diferentes de acuerdo a las características de cada chico y
hay que
buscar distintas estrategias y, también como los límites son
diferentes
de acuerdo a las particularidades de cada docente. Porque
en
realidad uno como docente pone en juego lo que es como persona,
uno pone
siempre en juego la ideología.
Ver como
otros docentes lo resuelven diferente, ver que sucede con
estas
resoluciones diferentes, ayuda al docente a situarse en esta
variedad
de estrategias. No hay una sola estrategia, no hay una sola
posibilidad.
Sí, las estrategias y las posibilidades deben ser coherentes
desde lo
ideológico y al marco conceptual desde el que se trabaja. Es
decir, no
plantear contradicciones en este sentido. Aceptar la diferencia
es un
ejercicio que uno tiene que ir haciendo diariamente como docente.
Es decir,
esta idea de que algunos chicos necesitan más tiempo, otros
menos
tiempo, unos necesitan mas firmeza y otros menos y, cada
docente
lo va aprendiendo. Porque los docentes también aprendemos
todos los
días con nuestros alumnos. Pensamos que tenemos todo
aprendido
y usamos otra estrategia nueva y nos damos cuenta de eso,
o vemos
como otro docente usa una estrategia distinta y entonces
vemos que
en realidad siempre seguimos aprendiendo y para eso hay
que mirar
a los alumnos.
Uno de
los temas para la selección de un docente son los aspectos
ideológicos.
Estos aspectos ideológicos que hacen que hacen que uno
en cada
actitud del docente vea que cosas prioriza y se dé cuenta que
en esas
prioridades pone en juego su ideología.
También,
es importante en tender que no existen docentes perfectos,
que todos
tenemos algo que solucionar y, esto es algo que siempre les
digo a
las directoras y a mis alumnos también. Cuando trabajo con ellos
en los
talleres de reflexión durante la Residencia de ellos en las
instituciones.
Esta semana tuvimos un encuentro particularmente
significativo
en ese sentido, cuando tienen alguna situación
problemática
yo siempre les digo que todos tenemos situaciones
problemáticas
a resolver y de eso se trata la vida. El tema es que uno
pensar
sobre eso y buscar alternativas cuando uno esta de acuerdo en
que algo
merece una modificación. Hay cosas que entran en lo
personal
y hay cosas que no. Hay cosas que no deben suceder, no
pueden
suceder, todas las cosas que tiene que ver con el respeto por
los
derechos de los niños. Uno siempre dice que el marco de referencia
está en
una decisión, que quizá no fue la mejor y uno reflexiona, “... la
actividad
debería haber sido en subgrupos y no en grupo total, así
hubiera
salido mejor...”. Estos son aspectos a reflexionar, donde cada
uno puede
decir sí o no, se podemos acordar o no. Ahora los aspectos
que tiene
que ver con los derechos de los niños no entran en reflexión,
debe
darse siempre desde el lugar de respeto. Estas cuestiones un
directivo,
cuando está pensando en un docente, muy rápidamente se da
cuenta
cuales son las cosas que prioriza, cual es la actitud, la
disponibilidad
corporal del docente. Cuando uno ve una planificación,
que quizá
en las entrevistas les piden que planifiquen un proyecto, ahí
se ve
también muy claramente que cosas prioriza ese docente.
El
respeto por los derechos de los chicos tiene que ver con la vertiente
actitudinal.
Una cuestión es la vertiente de trabajo en proyecto y en
actividades
para que los chicos conozcan sus derechos y otra es la
vertiente
actitudinal. Cuando yo estoy en una ronda de intercambio y
escucho a
mis alumnos, estoy demostrando el respeto a ellos, a ser
escuchados,
el respeto a hablar, el respeto a las diferencias, el respeto
a que no
sólo hable el que más puede, sino que justamente el docente
debe
trabajar especialmente con el que no puede hablar. Porque
siempre
decimos “a desigual punto de partida, uno intenta lograr
semejante
punto de llegada”.
En
instituciones como “VETEL” con todas las riquezas y posibilidades
que tiene
esto apunta a las diferencias personales (el que es más
tímido,
etc.). En instituciones de otro tipo, esto apunta a diferencias que
son de
mayor gravedad. Es decir, chicos con problemáticas, con déficit
alimentario,
con déficit familiar, que apunta a problemáticas mucho más
complejas.
De todas
maneras, el ejercicio docente en función de esto, siempre es
complejo,
porque implica mirar al grupo y mirar la individualidad. Como
la
realidad es compleja el docente tiene que estar en un ejercicio
constante.
Yo siempre les digo si uno, en la práctica, pudiera poner
“stop”,
mirar alrededor y decir “...no, mejor me conviene...” y volver a
poner
“play” sería bárbaro. Pero uno va reflexionando y actuando en el
mismo
momento y sigue hablando y sigue coordinando... gran
complejidad
la tarea. Por eso es fascinante por el de complejidad y
responsabilidad.
A mí me
toca dar capacitaciones en escuelas dentro de la Villa de
Constitución
y uno siente tanto el dolor, que muchas veces uno mismo
empieza a
paralizarse, porque uno dice con tanta importancia que tiene
lo
asistencial, que pasa con lo pedagógico. Sin embargo, justamente es
ahí donde
lo pedagógico no puede estar ausente, porque es la única
oportunidad
de los chicos de aprender estas cosas. Entonces uno se
encuentra
con situaciones complejas, que hay que trabajar. Con los
docentes,
hay que abordarlas para no dejar de hacer propuestas que
enriquezcan
mientras uno los tenga en la escuela. La búsqueda de
alternativas,
si no es por acá, será por acá... Por eso a mi me parece
tan
fascinante la tarea docente, por lo que viví como docente y por lo
que veo
en estos momentos a través de la mirada de los docentes o de
los
alumnos. Es una tarea donde siempre tensé algo por hacer. Pocas
tareas
igualan a ésta en riqueza y responsabilidad.
Un deseo
a futuro pero posible, un poco sintetizando lo hablado en
primer
término el deseo de que todos los niños vean cumplidos,
respetados
su derecho a una educación de calidad, que todas las
instituciones
puedan vivenciar la felicidad. Porque, en definitiva, la
educación
tiene que acompañar el placer, la felicidad. No tiene porque
oponerse,
así como fue históricamente el aprendizaje al placer o la
felicidad.
Que el Estado, el Gobierno se ocupe de las acciones que le
competen,
para que esto se pueda dar en todas las instituciones, para
que todas
las familias, niños e instituciones cuenten con todos los
insumos,
con capacitación, con las posibilidades de una educación de
calidad.
Por último, como país, el deseo de que comprendamos que una
vida
digna de ser vivida se logra cuando todos participamos, que todos
somos
responsables de esto. Pero que hay personas que tienen que
asumir
por su cargo más claramente esa responsabilidad y que la vida
digna de
ser vivida se construye con los otros y, no contra los otros.
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