LA SALA UN ESPACIO LUDICO

"Las salas del jardín: cómo armar los escenarios cotidianos"

Raquel Cicuendez  de la revista EL CISNE

Las sala como escenario. ¿Qué significa esto? Pensar la sala del jardín como escenario nos coloca en un lugar diferente al que generalmente estamos habituados a mirar y a pensar. En un escenario ocurren muchas cosas. Hay diferentes manifestaciones que se pueden desarrollan en el escenario de un teatro por ejemplo. El escenario es el lugar de la escena. El lugar donde ocurre un acontecimiento. El lugar donde se producen cosas. Y hay personas que habitan ese escenario. Autora: Lía Lara, Maestra sección J.I.I. Nº2 D.E 16, Ciudad de Buenos Aires, Argentina

Ves cosas y dices,"¿Por qué?" Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, "¿Por qué no?".

George Bernard Shaw

Las sala como escenario. ¿Qué significa esto? Pensar la sala del jardín como escenario nos coloca en un lugar diferente al que generalmente estamos habituados a mirar y a pensar.
En un escenario ocurren muchas cosas. Hay diferentes manifestaciones que se pueden desarrollan en el escenario de un teatro por ejemplo.
El escenario es el lugar de la escena. El lugar donde ocurre un acontecimiento. El lugar donde se producen cosas. Y hay personas que habitan ese escenario.
Los escenarios nos invitan, nos cuentan, nos dan información, nos sugieren...pero también pueden inhibirnos, asustarnos, cohibirnos, hacernos sentir mal. O sea siempre nos afectan aunque a veces no lo hagamos conciente.
Pensar la sala del jardín como escenario cotidiano nos propone pensar qué queremos que ocurra allí. Y es el juego lo que debería estar más presente en este espacio.
Me refiero entonces al "espacio sala" como un escenario lúdico.
Una vez leí la participación de niños y niñas de primaria en un Consejo de Niños y Niñas de Belgrano, Núñez y Saavedra en donde expresaban lo que querían para espacios de juego en la ciudad. La aventura, el desafío, el misterio, el encuentro, la sorpresa, la tranquilidad, la imaginación eran algunas de las cosas que estas niñas y niños esperaban de un espacio de esta ciudad.
Traslademos este pensamiento al espacio de la sala. ¿Cómo producir un espacio que brinde esas experiencias?
Si partimos de tener en claro qué queremos que pase en ese espacio-qué queremos provocar y habilitar y ¿por qué?- la tarea de armar ese escenario lúdico se verá más facilitada.
El espacio necesario para que un escenario lúdico se instale debe ser ante todo flexible. Flexibilidad del espacio que se logra abandonando estereotipos.
Estereotipos de "rincones", de lugar para mesas y sillas, de guardado de materiales que no están al alcance de los niños y niñas, etc. La flexibilidad requiere de mover no solo mobiliario cada vez que sea necesario sino también mover "rutinas" sin significado que aun hoy están instaladas sin cuestionamientos de por qué y para qué y sobre todo para quién. Esto no quiere decir abandonar todas las regulaciones que lo escolar necesita pero si hacer un inventario y resignificarlas. Encontrarles el sentido. Será cuestión primero de tener en claro en cada institución, entre todas/os los que la hacen, qué queremos enseñar, cómo queremos enseñarlo y para qué? Podríamos pensar entonces qué espacios necesitamos para que se produzcan esos aprendizajes, esas experiencias significativas. Tendremos que cuestionarnos qué es el orden, para qué y cómo. Tendremos que pensar la estética no como algo decorativo e "infantil" sino como espacio para la metáfora y el pensamiento.
De eso se trata el juego...de metáfora.

Entonces pensemos un espacio que invite a experiencias lúdicas... pensemos en los materiales.
Los materiales desestructurados (a veces llamado de desecho) nos invitan a múltiples experimentaciones. Ubicar esos materiales con algún orden y clasificación armando una "cosoteca" facilitará a los niños y niñas a descubrir nuevos juegos.
El tener esos materiales al alcance de sus manos es también tener en cuenta no solo la independencia de los/as alumnos sino también -en un plano más simbólico- abandonar el poder omnipotente del docente.
Proponer a los niños y niñas materiales de juego que no sean solamente los disponibles en el mercado habilita a crear otras manifestaciones y propuestas lúdicas más creativas e imaginativas, además de ponerlos/as en situación de poder tener un pensamiento crítico al consumo que nos propone el mercado y los medios de comunicación.
La utilización del espacio aéreo de la sala da posibilidades de crear otros escenarios. Colocar tiras elásticas como redes nos permite colocar materiales para guardar al mismo tiempo que las podemos usar para colgar telas (opacas, traslucidas, de diferentes texturas) que dividen el espacio lúdico para crear así varios espacios en una misma sala.
Jugar, escuchar un cuento, descansar bajo un techo de telas. "Dibujar" "componer" en el suelo con materiales de desechos, con telas, con tiras. Jugar a "dale que yo soy..." dando vuelta las mesas. Transitar laberintos de telas que cuelgan del techo. Son algunas de las posibles maneras de habitar el espacio. De esa forma ese espacio escolar se transforma en un escenario lúdico donde otros mundos pueden ser posibles.
Tamaña responsabilidad la de las/os docentes, habilitando con nuestras intervenciones esos escenarios de lo posible.